7 de noviembre de 2008

Memorias de una princesa...



Hace tiempo que dejó de soñar, que dejó de creer en que su vida mereciese la pena...
Incluso dejó de escribir....algo que siempre había amado, un buen día dejó de hacerlo...
Y ahora ya no sabe si escribir es bueno o es malo...depende del día lo ve como una salida, como un desahogo...otros en cambio escribir es una prisión, una cárcel...
Ya no comprende porque su pasión se desvanece y su ilusión cada vez resulta más escasa...
Hay gente que le dice que ella vale, que le gusta ayudar a la gente...pero no, ella no opina como ellos...se dice a si misma y los que la rodean que si alguna vez tuviesen que convivir con ella se acabarían marchando de su lado...porque, para no perder a los suyos, se aleja...tiene miedo, muchísimo miedo, pero nunca la escucharás decírselo a nadie...es su secreto, el secreto de los valientes...aunque ella nunca fue valiente, nunca.
Ella no vale tanto como la gente cree, ella no ayuda a los demás, ella vive de los demás, porque sin ellos, no valdría nada, no sería nada...sin embargo se aleja de ellos siempre que tiene la ocasión...

La gente le pide que escriba cosas alegres, ¿alegres? Y ¿qué es la alegría para ella? Para ella su alegría es ver como, aún estando ella lejos, la gente que más quiere es feliz, sonríe y ve la vida con la positividad que a ella le gustaría tener…esa es su alegría y a la vez, el motivo de su tristeza…

Quiere que no la necesiten, que no la echen de menos cuando se va, quiere que aprendan a vivir sin ella, quizá porque esté pensando marcharse para no regresar… y antes de hacerlo quiere atar cabos sueltos…


Ella, ella hace tiempo que dejó de amar la vida, hace tiempo que se quedó sin reino…

6 de noviembre de 2008

Porque fue su vida en otra vida...


"Me duele hasta la sangre de lo mucho que te quiero..."

Se buscaba a sí misma, cuando de repente, lo encontró a él... se quedó callada como una estatua de sal, no era capaz de articular palabra...se miraron y se lo dijeron todo...no eran necesarias las palabras...
Sin timón ni timonel se dejó llevar por su marea...y, sin apenas darse cuenta llegó a quererlo con la misma intensidad que quería su propia vida...
Desnudó su alma, su vida, lo desnudó todo ante sus ojos, mostrándole todo aquello que deseaba compartir con él...no le importaba nada más...
Ahora se esconde ante falsas apariencias...para que nadie la vea llorando a solas...
En sus ojos destilaba una llamada urgente pidiendo a gritos "quiéreme"...pero nadie escuchaba su llamada...
Trataba de encontrar el nirvana, ese estado de alegría, esas ansias de vivir, ese lugar donde el dolor es intangible, donde solo existen las sonrisas y la felicidad...esa felicidad en la que ella nunca creyó hasta que supo lo que era al rozar sus labios con los de aquel joven con el que siempre había soñado...pensó que era un reflejo, tal vez lo era, pero ella era feliz así, tan solo disfrutando por un instante de su compañía...
Entonces partió hacia la playa, a hundir su vida entre las olas del mar...





Yo te lo cuento, tú no me crees...


Ella no sabía que realmente no tenía que escuchar sus palabras, ni ver sus gestos…

Ella tenía que escuchar lo que no le decía, aquello que callaba por miedo, aquello que sentía en su interior hacia ella, aquello que ella no sabría a menos que parase un momento y se limitara a interpretar el silencio, su silencio…

Porque hay veces que una mirada, un silencio, una falta de señales, puede significar muchísimo más que una palabra…pero eso ella no lo sabía…

Ella quería saber qué le decían sus ojos, quería que él hablase sin tapujos de lo que sentía…pero no se daba cuenta de que en realidad, eran iguales en ese aspecto…que se construían una coraza para no sufrir, que temían la felicidad, sin darse cuenta de que a ambos les unía el mismo fin, esa felicidad conjunta que muy pronto llegaría….

Pero tenían miedo…estaban separado, pero unidos por un mismo sueño…

“Me he dado cuenta que he tenido tanto miedo de las cosas malas, que me he perdido las buenas…”

5 de noviembre de 2008

Sin palabras...


"Y si quieres las estrellas, vuelco el cielo..."

"¿Alguna vez has cumplido un sueño, has hecho realidad aquello que tanto deseabas por muy imposible que pareciera? ¿O cuando más cerca estabas de llegar, lo has rozado con los dedos y lo has perdido en el último instante? ¿Has reído sin poder parar o has llorado hasta quedarte sin lágrimas? Tantos sentimientos, tantas historias, tantos sueños, tantas esperanzas… Quizá te has enamorado a primera vista, quizás te has quedado prendado de alguien tras conocerle o quizá has amado en secreto y nunca te atreviste a revelar tus verdaderos sentimientos. Sabrás lo que se siente al dar un beso, recibir un abrazo o entregar tu corazón y ser correspondido. Y probablemente sabrás también cómo el más bello de los sueños puede convertirse en la peor pesadilla, cómo se puede perder aquello que más quieres y sentir esa tristeza, esa soledad… ese hueco tan profundo que crees que nunca se podrá llenar… ¿Y alguna vez conseguiste escapar de ese vacío? ¿Encontraste a esa persona que mereciera la pena, abriste la puerta y la dejaste pasar? Si alguna vez, en tu interior, sentiste algo parecido… entonces, simplemente, sabrás lo que es estar vivo…"

Hoy no es un buen día para escribir, no me salen las palabras...

3 de noviembre de 2008

Cierra los ojos, dime ¿qué ves?


"Si algún día te dicen que me fui muy lejos, no los creas..."

Ella estaba nerviosa, lo iba a ver, iba a tenerlo enfrente después de tanto tiempo soñando con ese momento…

Y ahí estaba él, tan guapo como siempre, con una amplia sonrisa mirándola en la lejanía…sus miradas se cruzaron, “es ella” pensó, y se acercó tímidamente para saludarla…

Y tan solo unos minutos más tarde se vieron allí, en una playa alejada de la ciudad, del mundo corriente…era su playa…brindaron y tomaron unas cuantas copas de cava bajo el influjo de la luna y la suave brisa del mar…

Fueron a su casa, y una vez allí, se dejaron llevar por la pasión…no había nadie que quisiera como ella le quería a él en aquel momento…aún así, ella tenía miedo…miedo a que solo fuese eso, una noche…ella quería más que eso, quería pasar su vida junto a él, envejecer con él, vivir con él…

Para él no era el rollo de una noche loca, era mucho más…había sentido algo nada más verla que lo atrajo, lo sedujo, lo enamoró…

Te quiero, susurró él en su oído mientras fundía su cuerpo con el suyo…

En su cara se dibujó una sonrisa, y entonces no dudó, ya no tenía miedo, estaba segura, se sentía protegida, lo tenía entre sus brazos…

Acurrucados al borde de su cama vieron pasar sin prisa todas las horas del reloj…

- ¿Me seguirás queriendo mañana?

- Te querré hoy, mañana y siempre

Y durmieron juntos hasta que llegó el amanecer, sabiendo que, pese a que solo fuese una noche, a partir de ese momento estarían juntos para siempre…

Fue tan efímero...


"¿Alguna vez te han comido el corazón a mordiscos?"

Camino solitaria por el sendero de tu vida, vago sin rumbo por las calderas de tu olvido…

Me gustaría no tener que olvidarte, no tener que quererte…pero no puedo evitarlo…y sin embargo tú ya te has ido, ya me has olvidado…ya has rehecho tu vida…convirtiendo en cenizas todo aquello que un día construimos juntos…

Ni siquiera tengo fuerzas para expresar lo que siento…mi dolor se hace cada vez más grande, más intenso…

No te olvidaré, aunque lo desee con todas mis fuerzas…porque hay cosas que no se olvidan…

Eres algo que nunca tendré…porque hemos sido víctimas de nuestros propios juegos…porque no hemos hecho nada por nosotros…porque todo lo que hicimos, lo hicimos por los demás…

Pero no estamos tan mal ¿no? También podríamos ser enemigos…

Ahora estoy en un momento de incertidumbre, ahora no sé quién soy, no sé nada…y me cansé de ver este rostro en el espejo…

Aquí estamos los dos, bailando juntos la danza del adiós…

Y yo me encuentro aquí, en mis sueños…chocando contigo…

No doy un sólo paso que no me conduzca al abismo...

2 de noviembre de 2008

La lluvia cae despacio sobre el cristal...


“Ahora que te encuentro, veo que aún arde la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde para nacer de nuevo, para amarte...”

“Debo decirte algo, mirarte a los ojos y tal vez recordarte que antes de rendirnos, fuimos eternos…”

Desde pequeña soñaba con ser princesa, una princesa a la que le encantaba cantar y la música…mientras, él quería ser un gran compositor y músico…juntos tocaban y cantaban canciones de amor…Pasó el tiempo, y cuando los dos crecieron esas canciones se convirtieron en besos, besos de amor entre la princesa y su músico…

Su historia de amor comenzó en su infancia, que ambos recuerdan con una sonrisa, al verse tan niños y queriéndose tanto como se querían…y lo más grande de todo, ese sentimiento aún perdura en sus corazones…

Ella se llamaba Irene, él, Luis…y juntos hicieron de un pequeño sueño de amor infantil, una realidad preciosa…

Vivían en la misma finca de pisos de un apartado pueblecito a las afueras de Valencia…muy cerca de la playa y el muelle, donde les encantaba ir a pasear descalzos mirando al mar…

Desde pequeños jugaban y reían juntos, iban al mismo colegio y a la misma clase…estaban destinados a estar siempre el uno al lado del otro…y así fue, con el tiempo, ese amor infantil se hizo más y más grande, y se enamoraron perdidamente el uno del otro…

Vivieron una historia de amor intensa, desmesurada…se querían sin descanso, se lo daban todo…

Todo iba viento en popa…hasta que una fría tarde de invierno algo deshizo esa felicidad transformándola en dolor y llanto…

Irene cayó enferma, los médicos le habían dicho que le quedaban pocos meses de vida… a menos que se encontrase un donante de médula…

- Dime que me quieres….Espera, no digas nada…Te quiero

- Entonces lucharemos, y podrás, podremos, juntos

- Dime que todo va a ir bien

- Tranquila princesa, todo irá bien

Luis buscó desesperadamente alguien que les ayudara…las semanas fueron pasando y el miedo se hacía cada vez mayor…el tiempo se agotaba…

Él estaba sentado a su lado, disimuladamente y como si de un juego se tratase acercó su mano a la suya y la cogió con dulzura…”todo irá bien” susurró en su oído…

El nerviosismo se palpaba en el ambiente, tenía miedo de lo que pudiese pasar, pero tenerle a su lado la tranquilizaba…

La lluvia empapaba sus cuerpos desnudos…se dieron todo lo que tenían el uno al otro sin importarles el mañana…sabían que el tiempo se estaba agotando…

La noche era fría, durmieron abrazados en aquel pequeño hostal de carretera…

Sabían que su historia estaba llegando a su fin, pero querían vivir intensamente lo que quedaba de ella…

Aquella noche fue extraña…Irene estaba muy débil, las palabras no le salían, le faltaba el aliento…

- Hazme creer, aunque mientas, que esta noche no es tan rara, que no es tan triste…Provócame una sonrisa- Susurró con un último esfuerzo

- ¿Sabes? Anoche soñé contigo, estábamos en nuestra playa, tumbados en la arena, cerca del muelle, comiéndonos a besos, y el tiempo estaba detenido, sólo existíamos nosotros…y todo era perfecto…

Ella sonrió amargamente, y mirándole fijamente a los ojos habló con un último aliento:

- ¿Por qué yo?

- Porque tú eres diferente, eres mi princesa

Irene volvió a sonreír, su mano estaba entrelazada con la mano de Luís, ambos sonreían y lloraban, sabían que el tiempo se había acabado…

- Te quiero princesa, te querré siempre

- ¿Sabes? Me encanta que me digas que me quieres

- Te lo diré todos los días, a todas horas, te quiero, te quiero…

Entonces Irene cerró sus ojos, para no abrirlos nunca más…sus manos dejaron de apretarse…El rostro de Luis se llenó de lágrimas…

Cuatro años han pasado ya desde aquella noche, y aún hoy, Luis va a visitar a Irene y le dice que la quiere todos los días, tal y como le prometió…”Te echaré tanto de menos, cerraré fuerte los ojos hasta verte, sólo tengo que esperar” susurró llorando. Siempre te querré.