Buscándome sin mirarme
Y el miedo sigue ahí, acechando, mirándote a los ojos, frente a ti. De pronto ves que no consigues mirarte en el espejo, que cuesta aceptar esa imagen, que duele.
Y compruebas que no era tan sencillo, que el resto del mundo no lo entiende, que no quieres que te toquen, que te rocen, que te miren.
Tienes pánico a salir a la calle, a que te vean.
Tu mente vaga entre pensamientos banales y tú sigues ahí, buscándote sin mirarte.
1 comentario:
Tiene que ser muy duro que una persona no soporte que otra la toque...que sienta miedo aunque la otra persona solo quiera hacerle una caricia o un bien...yo no podría vivir así, sin caricias, sin roces...
Un besote
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