19 de noviembre de 2008

Tiempo...


Tiempo… dame tiempo… necesito respirar, tomar aliento, subir por un instante a la superficie y sentir como mis pulmones se llenan lentamente de ese aire fresco y puro que aquí se respira…

Las horas, los minutos, los segundos… voy sintiendo el recorrido de la sangre por mis venas, voy notando lentamente una brisa suave que eriza mi piel y me hace temblar…

Cierro los ojos y me dejo llevar, muy lentamente empiezo a pasear por mis pensamientos, aquellos que tenía escondidos en un rincón del corazón, olvidados…

Me relajo hasta sentir mi cuerpo levitando en el aire, adoro esta sensación, adoro este lugar…

Esta playa me transmite una paz interior que hacia mucho tiempo que no albergaba en mi interior, desde la azotea de una vieja casa de madera, escucho el susurro del mar y siento que mis párpados pesan más por momentos, entonces me tumbo a la orilla de la chimenea, para soñar de nuevo…

Despierto algo aturdida, me levanto y al mirar por la ventana encuentro aquella playa de nuevo…


Hace algo de frío, me recubro con una manta y me siento en la arena a observar el amanecer desde esta playa…

Estoy completamente sola, aislada de toda vida… y aunque ahora me siento bien, me gustaría que estuvieses aquí, a mi lado, disfrutando tanto como yo de esta hermosa vista…

Siento una gran tristeza en mi interior, pero trato de vencerla poco a poco, esto no puede seguir así, esta situación no lleva a ningún sitio…

Por momentos tuve la tentación de huir, de escapar de nuevo, como estoy escapando ahora, en este lugar, aunque solo sea una huida fantástica, un reflejo de lo que me gustaría que sucediese…

Me siento en el límite, vivo entre fantasía y realidad, y a veces me resulta complicado distinguir una de otra…

Tumbada en la arena juego a adivinar qué estarás haciendo ahora, si estarás riendo, llorando, pensativo, dormido… entonces te imagino sentado a mi lado, mirando conmigo este paisaje de ensueño, riendo conmigo mientras damos forma a las nubes, si cierro los ojos fuerte, puedo escuchar tu risa a mi lado viendo en el cielo la nube con forma de león, que para mi tenía forma de corazón… y aún puedo sentir como me decías que no, que eso no era un corazón, y me dibujabas uno en la espalda para respaldar tu teoría…

Nunca me había parado a pensar la importancia de tomar una decisión u otra…quizá si aquella tarde en la azotea hubiese decidido hacer lo que tenía en mente, ahora todo sería más sencillo, todo habría terminado… pero, ¿quiero realmente que todo termine? No, creo que no quiero que termine, creo que aquel día pensé en suicidarme porque tenía miedo a morir…

Y es que el miedo es un temible enemigo, al igual que el tiempo, que es el más temible, ya que puedes vencerle en muchas batallas, pero él será implacable en la última…

Tiempo…tic tac, tic tac… Se acaba el tiempo… Te alejaste demasiado, ya no puedo dibujar tu silueta a mi lado, no puedo saber qué me dice tu mirada, tu sonrisa… Te vas, te has ido…


Mientras, tic tac, tic tac, los minutos pasan, las horas pasan, los meses y los años pasan… pero cuando nos vemos, aún nos buscamos con los ojos, por si todavía queda algo…

5 comentarios:

Marí dijo...

Me duele verte así no me gusta para nada que te hundas en ese vacío que produce el pasado... yo quiero a mi vero de finales felices pero que no escriba el mío sino el suyo....eres mi princesita y eso nunca cambiará, no lo olvides...

Susana dijo...

La playa siempre es un buen sitio donde refugiarse para tomar aire y continuar, aunque sea una playa imaginaria. Toma aire, respira, empápate de la brisa marina, de su fuerza y sal a comerte el mundo.

Un besote princesa

Anónimo dijo...

tic,tac, tic,tac,deja que corra el reloj y no mires para atras, guarda los buenos recuerdos en un rinconcito de tu corazón,dejalos archivados y busca nuevos horizontes, nuevas experiencias ,nueva vida,nuevo amor,la vida es bella y merece la pena vivirla,sin prisas, pero sin pausas,veras como Felicyo,está en mi onda, arriba esos corazones,hoy es un nuevo día, un nuevo amanecer,un nuevo rumbo,una nueva sorpresa,...quizás un nuevo amor.....Koldo65.

Caricaturita dijo...

A veces nos encerramos en nuestro propio pasado, añorando lo que tuvimos, y no nos damos cuenta que lo que puede venir puede ser maravilloso... La vida son dos días, disfrútala vero, te lo dice la voz de la experiencia... yo pasé una época que quise morir... si, y ahora pienso... que estúpida fui¡¡ el tiempo que perdí... en cuanto me autoconvencí que la vida podía ser MARAVILLOSA empezó la mejor etapa de mi vida...

Anónimo dijo...

Han visto los girasoles?

Se trata de una flor, que gira siempre en busca del sol. Y es por esa razón que es popularmente llamada girasol.

Cuando una pequeña y frágil semilla de dicha flor brota en medio de otras plantas, busca inmediatamente la luz solar. Es como si supiera, instintivamente, que la claridad y el calor del sol le harán posible la vida.

¿Y qué le sucedería a la flor si la colocáramos en un lugar bien cerrado y oscuro? Seguramente, en poco tiempo, se moriría.

Tal cual los girasoles, nuestro cuerpo físico también necesita de la luz y del calor solar, de la lluvia y de la brisa, para mantenernos vivos.

Pero, no es sólo es el cuerpo el que necesita de cuidados para proseguir firme. El espíritu, igualmente necesita de la luz divina para mantener encendida la llama de la esperanza.

Precisa del calor del afecto, de la brisa de la amistad, de la lluvia de bendiciones que viene desde lo alto. Sin embargo, es necesario que hagamos esfuerzos para respirar el aire puro, por encima de las circunstancias desagradables que nos rodean.

Muchos de nosotros permitimos que los vicios ahoguen nuestras ganas de buscar la luz y nos debilitamos día tras día como una planta mustia y sin vida y es entonces cuando nos dejamos enredar en el zarzal de la haraganería, de la desidia y reclamamos de la suerte sin hacer esfuerzos para salir de la situación que nos desagrada.

Y es allí, donde debemos recordar que para poder crecer de acuerdo con los planes divinos, el Creador coloca a nuestra disposición todo lo que necesitamos. Es en el amparo de la familia, donde recibimos, sustentación y seguridad en todos los momentos...

La presencia de los amigos en las horas de alegría o de tristeza, impulsándonos hacia adelante...

Son las posibilidades de aprendizaje que surgen a cada instante en el recorrido, haciéndonos más claros y preparados para decidir cuál es el mejor camino a tomar.

Pero, ¿qué sucede con nosotros cuando nos encerramos en la oscuridad de la depresión o de la melancolía y así permanecemos por voluntad propia?.

Debemos entender que Dios tiene un plan de felicidad para cada uno de nosotros y que para alcanzarlo, es preciso que busquemos los recursos disponibles.

Es preciso que imitemos al girasol.

Que busquemos siempre la luz, incluso cuando las tinieblas insistan en rodearnos.

Es necesario buscar el apoyo de la familia en los momentos en que nos sentimos desanimar.

Es necesario buscar la ayuda de los verdaderos amigos cuando sentimos nuestras fuerzas debilitándose.

Es necesario, antes que nada, buscar la luz divina que consuela y aclara, ampara y anima en todas las situaciones.

Cuando las nubes negras de los pensamientos tormentosos cubran con oscuro manto el horizonte de tus esperanzas, y la depresión te asedie el alma, imita a los girasoles y trata de respirar el aire puro, más allá de las circunstancias desagradables.

Cuando las dificultades y los problemas se hagan insoportables, intentando sofocar la disposición para la lucha, recuerda a los girasoles y busca la luz divina a través de la oración sincera.



Princesa , en la vida tomamos desicones , enfrentamos situaciones
escojemos caminos . La vida es asi
tu te aquivocaras , tu si descepcionara , pero haga como los girasoles