19 de noviembre de 2008

Estarás siempre, en mis sueños...


Por mi mente se pasean multitud de letras pidiéndome a gritos que les de forma... pienso, reflexiono, me entristezco por momentos... y al final, acabo recordándote...

Fue una mañana de Mayo, corría el año 2000, yo entonces tenía 9 años, me faltaban unos meses para cumplir los 10… Mi hermana y yo fuimos al colegio, como todos los días… y volvíamos para ir a comer a casa de mi abuela, todo era normal, rutinario… pero ese día fue diferente, muy diferente…

Ya habíamos terminado de comer, y nos disponíamos a irnos de nuevo al colegio, entonces llegabas tú, de tu amado campo, aquel en el que te pasabas las horas… volvías con tus andares cansinos tan propios de ti, y con semblante cansado… “Hay que ver como vienes abuelo…” dijo mi hermana, “Si hija, como vengo…” contestaste, yo iba detrás, te observé por un momento, y finalmente sonreí y, mientras te besaba, te decía “Adiós abuelo”… entonces nos fuimos para el colegio…

Recuerdo que por el camino iba hablando con mis compañeras de clase, y entonces vimos pasar una ambulancia, “Algo ha pasado, seguro que alguien ha muerto” dije yo, mientras mis compañeras asentían con la cabeza…

Continué con mi día, ese día aparentemente normal, estaba en clase de baloncesto, cuando vi a mi hermana venir a recogerme, a mitad de clase… “Verónica, hoy no das baloncesto, el abuelo se ha puesto malo” dijo con semblante serio…

Mi hermana y yo entonces fuimos a casa de mi abuela Victoria, a merendar pan tostado con nocilla y un vaso de leche, mientras veíamos “El chavo del ocho”, eso era lo que hacíamos todos los días… pero aquella tarde mi abuela no nos dejó poner la televisión, entre sollozos nos decía que el abuelo estaba malo, hasta que a mi hermana se le ocurrió preguntar “Pero, ¿se ha muerto?”, entonces mi abuela rompió a llorar y asintió con la cabeza…

Recuerdo perfectamente los días que siguieron a ese, yo era una niña, no entendía muy bien la situación, y la verdad es que desde aquel día nada ha vuelto a ser lo que era…

Ahora me vienen a la cabeza multitud de momentos que pasé con mi abuelo…cuando le quitaba la cartera, cuando le cambiaba el canal de la tele para ver los dibujos, cuando saltaba sobre su barriga y le estiraba del bigote…cuando no quise subir a la furgoneta porque había arañas y me daban miedo, cuando me abrazaba, cuando me besabas y me pinchabas con la barba…

Multitud de vivencias, multitud de recuerdos…

Hace ya 8 años de aquello, pero, abuelo, sigues y seguirás siempre aquí, conmigo, y aún me pinchas con la barba cada vez que me besas, en mis sueños…

8 comentarios:

Caricaturita dijo...

hola vero... siento decirte otra vez lo mismo... pero una vez más tu historia es maravillosa, tienes un don para escribir...

Los abuelos... los abuelos creo que cuando los tenemos no los valoramos como deberíamos... yo perdí a los míos ya hace tiempo...

Unknown dijo...

No lo sientas caricaturita, me encanta que te pases y comentes ;)
Como pasa siempre, no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes...

barca0014 dijo...

Yo tengo a tres de mis cuatro abuelos, el que ya no esta no tube tiempo de disfrutar de el, se fue con 4 añitos...

Como bien decis, nunca sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.

A mi tambien m encanta leerte vero, no dejes nunca de escribir..

Besos para ti!!

Anónimo dijo...

ke bonito ke recuerdes a tu abuelo con tanto cari;o...me gusto la luz de tu post...no dejes de brillar Vero.

besos

Anónimo dijo...

Vero, cuanto me gustaría que dentro de muchos, muchos años, mi nieto guardase un recuerdo tan bonito como el tuyo de mí.Bueno, estoy seguro de ello, de que lo hará,es la luz de mis años menos-mozos.Espero que no sea tan traumática la cosa, ...en mi caso..toco madera..Un beso y veo con alegría que la cosa va bien.por ahí Vero..sigue contando tus alegrías y tus penas,visualízalas y dejarán de obsesionarte..bien..bien..Koldo65.

Susana dijo...

Me ha encantado conocer a tu abuelo, tu abuela se llamaba igual que la mia, Victoria, y casualidades de la vida mi abuelo también se llamaba Victor. Si mi posesión es niño ese es el nombre que le voy a poner, Victor.

Un besote princesilla.

Marí dijo...

Tienes mucha razón... no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes...

Salegna dijo...

Me he emocionado leyéndote porque mi historia es casi igual a la tuya, de eso hace 19 años y sigue estando en mis sueños, siempre le recuerdo con su sonrisa cuando me veía, sus andares y su forma de sentarse, tantísimas cosas como si fuera ayer.
Cuídate mucho, besos